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lunes, 9 de abril de 2018

CUENTACUENTOS

CUENTACUENTOS                                         Resultado de imagen de gif animado cuentacuentos

Los cuentacuentos son actividades muy educativas y disfrutadas por los niños. En ellos puedes conseguir que estén un buen rato con los ojos fijos, abiertos como platos, al igual que los oídos, sin perderse el más mínimo detalle. Podemos hacerles reír, y sobre todo podemos enseñarles el valor y el poder de las historias. 

¿Quieres ser un cuentacuentos? Resultado de imagen de gif animado cuentacuentos

Te presentamos 5 pasos
1. Elegir una historia.
Lo primero es pensar  qué historia quiero contar. Como dice Eduardo Galeano, nosotros estamos hechos de historias, por lo que muchas veces algo que nos haya pasado puede ser el mejor de los cuentos. Si no te sientes con ganas de recordar, busca un cuento en internet según tus intereses. Si tienes el libro en tu casa, mucho mejor.
2. Internalizar la historia.
Elegida la historia, es necesario sentirse libre para hacer los cambios que creemos que son mejores para quien cuenta o escucha. Jugar con el narrador es muy interesante, y a veces contar un cuento en primera persona atrae mucho más que cuando se sabe que es ficción. Podemos adaptar el contexto y ambiente de la historia, ya que si tu hijo es chileno se sentirá más cercano con una historia donde se juegue fútbol que béisbol. Internalizar la historia se trata de adaptarla a lo que somos y a quien nos escucha, pero sin alterar el sentido de la trama.
3. Preparar el ambiente.
A todos los niños les gusta que los adultos les cuenten historias, pero no hay nada que les guste más que pasar un rato con ellos. Cuando piden un cuento antes de dormir, muchas veces sólo están pidiendo que alguien esté con ellos un rato en la cama. Así, el cuento es una excusa, pero puede ser una gran excusa si aprovechamos el momento. Procura que no haya ningún televisor o radio encendidas, que nadie entre al cuarto donde se está contando la historia, o que no suene un celular. Un buen momento para contar historias es la noche, pero no olvidemos que los cuentos no son para dormir, sino para despertar. Intenta también contar cuentos a la luz del día.
4. Contar la historia.
Contar cuentos puede fomentar la lectura, pero no siempre de forma directa. La narración de historias tiene como principal objetivo fomentar la imaginación de quien escucha, a partir de lo cual surge el placer por las historias y la lectura. Así, no es necesario disfrazarse, utilizar objetos o tener un libro para mostrar sus ilustraciones. Muchas veces la palabra ya contiene todos los colores y es capaz de llamar la atención por sí sola. Si internalizaste la historia y la preparaste mentalmente, podrás prescindir del libro al momento de contar, por lo que la narración será mucho más natural e íntima. Incluso, puedes intentar contar la historia con las luces apagadas, dejando que sólo se oiga tu voz. Para que no se nos olvide nada importante, recordemos los núcleos del cuento y jugar con la improvisación para el resto.
5. Conversar sobre la historia.
Después de contar el cuento, se puede dar un espacio para conversar sobre el mismo, hacer un dibujo, preguntarse si podría haber otro final, qué parte fue la que más gustó. Si el cuento fue tomado de un libro, una excelente manera de fomentar la lectura es entregar el libro después de contar el cuento. Si el libro tiene ilustraciones, podrá ver reflejado lo que imaginó y contrastar ambas visiones del cuento. Y si el niño no sabe leer todavía, puede ser una excelente manera de motivarlo en su aprendizaje.